Alguien de la Academia está embrujando el tiempo. Esos hechizos están prohibidos por una buena razón: crean efectos secundarios mágicos, capaces de detener el tiempo, de repetirlo o de borrar recuerdos a su paso. Álex se ha propuesto resolverlo antes de que alguien (o la reputación de su hermana, directora de la Academia) salga mal parada.