Una alimentación equilibrada o saludable permite al individuo el mantenimiento de un óptimo estado de salud, a la vez que repone la materia viva consumida por la actividad. La elección de los alimentos se convierte, en el cuidado de personas dependientes, en una tarea importante. En ocasiones es necesario aplicar técnicas d e apoyo a la ingesta y a la medicación en función del grado de dependencia del usuario