Durante seis días de julio de 1976, coincidiendo con el nombramiento de Adolfo Suárez como presidente del gobierno, verá como su vida se agita y transforma por completo, al igual que la del país. Tras la muerte por sobredosis de su compañero se verá mezclada en una trama policial que la hará replantearse toda su existencia. Tras haber caído en la mayor de las miserias se producirá en ella una catarsis interior que la llevará a pensar que existe una salida. En esa historia de superación personal se entrecruzarán en su camino la intriga, el asesinato, la amistad y el amor. Cuando el mono la acuciaba necesitaba más que el respirar algo que la hiciera retornar a la vida, aunque sólo fuera para verla pasar a través de las marcas inscritas sobre el cristal esmerilado de una jeringuilla.