La guerra ha sido (y en ciertos casos todavía es) el único modo que han utilizado los seres humanos para resolver los problemas que surgían, primero entre las diversas tribus y después entre los estados. Los hombre han participado en este cruento rito impulsados por motivos más o menos nobles, pero siempre con premeditación. En estas masacres han implicado también a los animales, que inconscientes han seguido a sus "amos" hasta la muerte.