Aquí no ha Habido Muertos. Una Historia de Asesinato y Negación en Colombia

Reseña del libro

Aquí no ha habido muertos. Por María Mcfarland Sánchez-Moreno. Un libro que impacta de manera directa y brutal, como un puñetazo de Mike Tyson. Una historia de asesinato y negación en Colombia. La autora de manera valiente y veraz, saca a flote unos hechos que estuvieron sepultados bajo toneladas de poder. Una historia conmovedora e íntima acerca de tres hombres, quienes trabajaron durante años para destapar una terrible verdad: cómo políticos y miembros de la fuerza pública, buscando riqueza o poder, trabajaron con grupos paramilitares de extrema derecha que masacraron a civiles. La autora, es escritora, activista política y abogada. Es directora ejecutiva de Drug Policy Alliance. Empeñada en poner fin a la guerra contra las drogas en el mundo. Un testimonio serio, documentado, revelador, que viene a aumentar de manera importante, la historia universal de nuestra infamia. Muy recomendado. Recomendado del librero. Aquí no ha habido muertos Por María Sanchez ,"Si el país supiera toda la verdad se deshace", me dice Rodrigo Zapata con una sonrisa satisfecha. Estamos sentados muy incómodos sobre un par de sillas plásticas ,maltratadas junto aun escritorio mugriento en la bochornosa sala de visitantes de la prisión de Itagüí, a las afueras de la ciudad de Medellín. Ésta es la misma ciudad que dos décadas atrás vivió bajo la garra del rey de la cocaína Pablo Escobar, tiempo en el que fue conocida como "la capital mundial de la muerte" por cuenta de su astronómica tasa de asesinatos. Cuando nos conocemos es junio de 2014 y los reportajes de las noticias de Medellín dan más cuenta de su metro de talla mundial y de sus bibliotecas que de las brutales realidades sobre las que se sostiene su infraestructura. Pero si alguien conoce esas realidades, esa persona es Zapata. Es un hombre en sus cuarentas, grande y suave, con tenis nuevos, jeans y una camisa a cuadros blancos azules sobre la que ha puesto un pin con la figura de una santa católica. Zapata no se parece para nada a la imagen que uno esperaría  de un criminal endurecido, inculpado por múltiples asesinatos.