En este libro, Osho hace interpretaciones de unos textos del filósofo griego Heráclito y los toma como base para extenderse en sus ideas sobre la unión de los contrarios, la divinidad, el conocimiento directo de la realidad, la insignificancia de la razón y, en general, el punto de vista de alguien que propugna una aproximación intuitiva, mística, experiencial, a un universo que es al mismo tiempo divinidad, realidad sagrada y totalizante.