Hay nombres que quedarán por siempre en la infamia. Nombres que conjugan nuestras peores pesadillas y los actos más atroces; a nuestro pesar; demasiado reales. Con una prosa puntual y un estilo que tiene lo mejor de la escritura periodística; Paulo Kablan y Leonardo Rolón repasan los asesinos de la historia y los actos que imprimieron con sangre en la memoria colectiva.