Conejo está enfermo y necesita medicación constante en el hospital del bosque. Uno de esos días, llega un lobo feroz y, de repente, aparece un cazador que dispara a diestra y siniestra. Por azares del destino, Conejo le salva la vida a Lobo, por lo que, de acuerdo con el código de honor de los lobos, éste deberá proteger a Conejo de cualquier amenaza, incluido el cazador. Así, Lobo y Conejo vivirán aventuras y se volverán cada vez más cercanos, claro, siempre con el portasuero a un lado. Ninguno de los dos se imagina que es el comienzo de la amistad más improbable de la historia.
"Si bien el mensaje final es bonito, para los niños resulto un poco trágico. Y por otro lado no se indica en ninguna parte que es un comic, con lo cual pensaba que los niños tardarían al menos varios días ( o semanas) leyéndolo, y lo terminaron sumamente rápido el mismo día que llegó."