La construcción de los estados nacionales latinoamericanos, luego de la independencia de España, tiende a ser pensada como obra exclusiva de las élites. Sin embargo, la presencia de los sectores populares resultó indispensable para las tareas refundacionales que se debían emprender. Aquí el autor explora de manera comparada los casos de Argentina, Perú y Chile, estableciendo las similitudes y las diferencias entre uno y otro, para luego afirmar que la historia de Chile no es tan distinta de la de otros países latinoamericanos.
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