Aquiles recibió una formación de guerrero, donde destacó por su gran velocidad en la carrera. Aquiles se convirtió en un joven apuesto, en un héroe en las batallas. Así tomó parte en la guerra de Troya, aun con los intentos de su madre la diosa Tetis por impedirlo. En la guerra de Troya, Aquiles destacó como valiente guerrero, pero recibió una flecha, disparada por Paris y guiada por el dios Apolo que le dio en la única parte vulnerable de su cuerpo en el talón de Aquiles, creándole una herida mortal. De este modo Aquiles llego a ser un poderoso héroe que supero a su padre, tal y como se había predicho y murió antes de alcanzar la madurez tal y como las Parcas anunciaron. Tetis no pudo hacer nada por convertir en inmortal a su hijo mortal, por transformar lo humano en divino.