Prestar oído al hablar desmandado de la gente y, en juego de ritmo y medida de las artes combinatorias de la poesía, ordenarlo o desordenarlo para devolverle al pueblo lo que de él se toma prestado, ese es el verdadero oficio del poeta. Es en las aguas del lenguaje corriente y moliente donde la poesía abreva. Siguiendo, pue s, la huella de las tradiciones orales populares, esta antología poética es la par esc