En el marco de las transformaciones producidas durante las últimas décadas en los órdenes económico, social, cultural, político, urbano y territorial, se modificaron muchas de las certezas que habían constituido nuestros ámbitos de sociabilidad. Esta evolución configuró un nuevo escenario con viejas y nuevas conflictividades –de distinta intensidad y cualidad– que es preciso problematizar si el propósito es lograr una convivencia pacífica basada en el derecho a la ciudad y al territorio.