Este primer libro de Jacqueline Ortiz es un estudio introductorio a dos de las más importantes teorías del derecho en nuestro país: la teoría crítica de Oscar Correas y la teoría analítica de Rolando Tamayo. La novel autora considera a Correas como un "Marx discursivo" y a Tamayo como un "Kelsen lingüístico". La "ternura discursiva" con que compara teorías tan aparentemente opuestas, hace que su texto sea ajeno a cualquier dogmatismo. Le permite pasearse de un autor a otro en completa libertad, guiada solamente por las simpatías a las ideas de cada uno, logrando hacernos ver, no síntesis dialécticas, sino algunas aproximaciones convergentes entre ambos autores.