La palabra investigación merece ser ubicada, pues a muchos procedimientos se les llama de ese modo. Con ella denominamos lo que hace el Trinity College (que ha producido treinta y cinco Premios Nobel) y lo que producimos los profesores en la universidad pública en Colombia, en toda la gama posible: desde estudios cuyo público es un equipo internacional de científicos, hasta trabajos que son recontextualizaciones y aplicaciones para un grupo de cercanos o para el comité de asignación de puntaje. Se justifica, en consecuencia, preguntarse en qué medida le tributa al conocimiento la llamada “investigación educativa”. Atención al término: tasa la investigación en relación con el tema, no con una teoría ¡como si hubiera tantos tipos de investigación como temas! Esto ya hace diferencia con las disciplinas teóricas, que pueden hacer investigación sobre la educación, sin que tales pesquisas sean “educativas”, sino más bien sociológicas, psicológicas, históricas, antropológicas… sobre educación.