La crítica se muestra de acuerdo en que Swift habría terminado de redactar el Cuento de un Tonel en 1697 treinta años antes de que se publicara su otra obra mayor Los viajes de Gulliver. El libro aparece en el contexto de la ya entonces vieja batalla entre el saber antiguo y el moderno que el protector de Swift Sir William Temple había reanudado con un escrito a favor de los antiguos. Nuestro autor interviene con La batalla de los libros pero solo cuando es capaz de hacer a un lado la responsabilidad de secundar a Temple se consagra como escritor. No se les escapó esto a sus primeros lectores que recorrieron el Cuento divertidos asombrados indignados asqueados acaso. Solo en 1704 hubo tres ediciones y al año siguiente una cuarta. Y es que el Cuento constituye una sátira de las formas e instituciones del saber la religión y el poder de Inglaterra a fines del siglo XVII que resulta ser al mismo tiempo una crítica sustantiva de los vectores esenciales de la modernidad.