Sátira del mundo aristocrático prologada por su amiga Emilia Pardo Bazán . Al terminar de escribirla, se la dio a la Bazán solicitando su opinión. Ella le contestó: “Está muy bien y no sólo te lo digo, sino que si quieres, te escribo el prólogo”. Se publicó con un éxito de escándalo. En la novela ataca a la gente de su clase, la gente acomodada, la más intolerante y con la que jamás acabó de conectar, más bien todo lo contrario.