Este libro no pretende otro fin que hacer llegar la imagen, de forma amena, de una época de la Andalucía rural y de provincia de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, con una mirada limpia y sin rencores. Trata de una obra de evocaciones infantiles. Es un canto a la niñez, al paso del tiempo, a la tiera, a los recuerdos... donde había precariedad en casi todo; no obstante la escasez, la autora trasmite optimismo. Lo acompaña una escritura bella y personalísima con voz propia del autor, un vocabulario culto, pulido y cuidado. El libro recoge un mundo interior de una sensibilidad extrema y una intensidad tan que perdura en el tiempo. Un texto reposado y sereno, poco corriente, que dará a conocer una época a los más jóvenes y rememorarla a los mayores.