En el presente libro se explica el derecho constitucional mexicano y su evolución en el contexto de una serie de disputas en torno a la definición de las normas e instituciones constitucionales y de conflictos sobre la interpretación de dichos ordenamientos. Al examinar esas confrontaciones es factible observar la participación de distintos actores políticos y sociales, y la acción y presión de diferentes intereses económicos, así como el enfrentamiento entre posturas ideológicas diversas. La situación descrita nos permite identificar cómo la Constitución se ha vuelto un espacio de lucha en el que se contraponen permanentemente diferentes concepciones acerca de la forma de entender el derecho constitucional y los principios que lo rigen. Se trata de un ámbito en el cual surgen constantes debates por la determinación de los significados de la Carta Magna, con evidentes consecuencias prácticas en términos de concentración o distribución del poder, inclusión o exclusión de actores en la vida pública, apropiación de recursos y de excedente económico y la definición de parámetros axiológicos dotados de autoridad y legitimidad constitucional para la organización de la vida social. En este volumen se dilucida de qué manera la evolución jurídica del país ha obedecido a funciones como la de estructurar el poder político, crear y mantener la cohesión social, legitimar la autoridad pública, reconfigurar pactos políticos básicos que posibiliten la estabilidad del Estado, sin olvidar la sombra de las funciones simbólicas que tendrían ciertas reformas constitucionales, tendentes a disminuir tensiones sociales, pero obstructoras de verdaderos caminos de transformación social al inmunizar el sistema político-constitucional contra alternativas reales de cambio.