En realidad, el Profesor José Hermenegildo Tumay Fernández, me encomendó la tarea de confeccionar y , y se precisa que, se efectúa en este momento una y no el encargado , porque al leer minuciosamente la obra, fue tanto el impacto que me produjo, que al redactar las líneas , resultó que la pasión por el tema, repito, provocada por la fuerte impresión que, me generara, el contenido del texto, hizo que estas se convirtieran en un de numerosas páginas, que en rigor desbordaban el sentido de , e incluso, de , enviándolas de todos modos al Profesor Tumay Fernández, para su examen, y luego de ello, compartirme la satisfactoria noticia que, él había decidido que ese , se anexara a su libro, lo cual, acepté gustosamente, adición al texto que aparecerá como , manteniéndose la , y aunándose, a la expresión , porque al ser un prólogo tan numeroso cualitativa y cuantitativamente, dimos cuenta, el Profesor Tumay Fernández y yo, que ese , había replicado de buena manera, como resumen, las ideas que se plasmaron en Educación y Política: ¿cómo incide la educación y la política en la construcción del Estado ideal?, razón, más que suficiente, para otorgar al escrito que se entregó al autor, la denominación de , en tanto que condensa el pensamiento involucrado en el libro. A una pasión como la descrita conlleva la lectura de Educación y Política: ¿Cómo incide la educación y la política en la construcción del Estado ideal?, que con seguridad originará, un efecto similar, igual o mayor, al destinatario del mensaje que contiene, que rescata, una vetusta idea del vínculo que ha de tener la educación, la política y el Estado, el Estado ideal, la que aparece nuevamente, con un impulso inimaginable en la actualidad.