Sun Tzu nos comparte la postura y anhelo de los generales de antaño, ellos buscan hacerse invencibles a través de la defensa y la supresión de formas visibles. Emplazar lo que podría ser atacado en las profundidades abisales, en lo insondable. La potencia del ataque desde regiones celestiales, el impulso fulminante de la caída libre y la multiplicación del poder de destrucción. La síntesis y la abstracción, la consecución del origen y principio. Miyamoto Musashi bien nos recomendaba la confianza al momento de blandir la espada y dibujar el golpe, de no hacerse con la intención de matar la acción no se debe ejecutar. No cometer errores para Sun Tzu consiste en no dudar, todo estado emocional impregna toda acción. Al adversario se le derrota mucho antes de ejecutar la acción, previo a la batalla.