La pequeña niña de seis años, se contagia en la escuela de resfrío, en la casa de varicela, en la vecindad de tos. Se contagia de todo y de todos. Por eso decide ir a la casa de su abuela: todos dicen que ella tiene una risa contagiosa. La niña quiere que su abuela la contagie de sus abrazos, de su amor, pero sobre todo de su risa.