Este es un libro para lectores de cualquier edad, y tiene dos protagonistas: la Palabra y la Tierra. Con la primera se juega, se disfruta, se describe, se crea. Ya la segunda, se la aprende a amar, a respetar como la única casa del hombre en el cosmos. Una historia amena, angustiada, juguetona, profunda, que nos muestra el dolor del planeta ante el maltrato a que los seres humanos viven sometiéndolo. Una obra lúcida y seria, divertida y dramática, poética y reflexiva, que tiene como tema de fondo la necesidad de salvar la Tierra, nuestra madre.