Álvaro Salom Becerra, en El Delfín, hace un extraordinario retrato de uno de esos personajes privilegiados y consentidos, sin méritos ni esfuerzos de ninguna clase y que a pesar de sus vicios y defectos, obtiene honores, éxitos y triunfos, por el solo hecho de ser hijo de un hombre políticamente poderoso, por pertenecer a la dinastía gobernante.
"Excelente"
David A. Collazos-burbano Domingo 19 de Septiembre, 2021"Muy bueno!!! Refleja la historia que se repite una y otra vez, por la falta de memoria. Aunque fue escrito hace unas décadas, hoy en día sigue tan vigente como en su momento, en especial, si se compara con noticias recientes acerca de algunos ilustres personajes que ocupan las pantallas y los titulares de prensa. Vale la pena mencionar estos apartes tomados del libro: 1. ... Como la mayoría de sus conciudadanos confunden la locuacidad con la elocuencia, había conquistado ya fama de orador... 2. Las condecoraciones tenían para él una fascinación irresistible... 3. Poseía una biblioteca formada por siete mil ochocientos cuarenta y cinco volúmenes... vírgenes, como que no había leído ninguno. Y doscientos setenta y tres títulos, diplomas y menciones de honor conferidos... de veintinueve países y obtenidos mediante procedimientos análogos a los utilizados en la consecución de sus condecoraciones."