«En los últimos tiempos el concepto de vida sana ha adquirido una nueva dimensión y cubre un amplio espectro que abarca el propio organismo, el medio ambiente, el lugar, el pensamiento y las emociones. La salud no es sólo la ausencia de enfermedad, es la armonía del cuerpo y la mente en relación con el medio ambiente, natural y artificial, la sociedad y uno mismo. Durante mucho tiempo, la causa de las enfermedades se buscaba solamente en los procesos fisiológicos, sin considerar los contaminantes ambientales, las radiaciones electromagnéticas, los tóxicos en la alimentación, las relaciones sociales, los hábitos de vida o las propias emociones. Cada uno de nosotros es responsable de prevenir y mantener su salud mediante la adecuada elección de la alimentación, los hábitos y un entorno favorable. Debemos asumir un papel activo en el sostén de nuestra salud. Pero todo cambia, y debemos estar atentos a los cambios para que lo que ayer era apropiado pueda seguir siéndolo con la adaptación adecuada. Nuestro organismo se transforma constantemente y sus necesidades también. Asimismo, el medio en que vivimos cambia y debemos rodearnos de lo que sea más favorable para nuestra salud.»