Como en la primera entrega de la serie, El lazo de p£rpura, cadacap¡tulo de esta novela es una revelaci¢n de la vida, los h bitos ylas instituciones del Imperio Romano. Escritos con certera eficacianarrativa, recrean la poca y el entorno con tal exactitud que dejanuna impresi¢n imborrable en el lector. En El hombre de Damasco nuevos personajes vienen a extender el marco en que se mueve Benasurde Judea, poderoso navarca jud¡o aliado de Roma y protagonista de esta serie, quien ha transformado en objetivo vital su deseo m s ¡ntimo:destruir el Imperio Romano. Los nuevos personajes como Pablode Tarso (el Hombre de Damasco), Artab n III, Cal¡gula, Sneca, etc.,trazados con mano maestra, enriquecen y completan el cuadro hist¢rico, dando una asombrosa e inquietante verosimilitud a la acci¢n de lanovela.La coronaci¢n en Garama, la fiesta libertina de laapertura del mar, la despedida de Festo en el anfiteatro de Pompeya,la cat strofe de Alejandr¡a, la conversi¢n de Saulo, la corte deArtab n, los juegos ol¡mpicos, las primeras comunidades cristianas,etc., ampl¡an de un modo insospechado, siempre revelador, el escenario geogr fico y humano en que surgen los primeros brotes delCristianismo, e inician su azaroso desarrollo en el mbito del mundoromano
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