Entre las violencias de las guerras europeas del siglo veinte y la colombiana, esta novela, cuya poética del exilio se entrecruza con la del amor y el erotismo, refleja historias aún no concluidas y deseos no satisfechos. Las Weismann, como tantos emigrantes del mundo entero, testigos o víctimas de diversos holocaustos, logran que el lector respire el desasosiego.