José María Vargas Vila nació en Bogotá el 23 de julio de 1860. Llegó a escribir entre ochenta y cien libros, sin contar los artículos de revistas que publicó. Amado y odiado hasta la saciedad, se convirtió en una figura mundial de renombre que causó estragos en cada lugar donde residió y que visitó. Murió en Barcelona, España, el 22 de mayo de 1933, y fue enterrado en el cementerio de Las Corts. A pesar de su deseo de permanecer en tierras extranjeras después de muerto, sus restos fueron trasladados a Bogotá el 24 de mayo de 1981, en un acto diplomático que pareció la venganza de un país que siempre ha vituperado y degradado su imagen y obra.