"En la presentación de esta obra, Eduardo García Aguilar escribe sobre el poeta guatemalteco: ""Esta recopilación de medio siglo en la actividad poética de González, desde la Voz y voto del geranio (1943) hasta los Versos del tapanco (1966), muestra que su poesía ha sido fiel a lo largo del siglo al indio de su país y a la tierra nativa donde sobrevive desde hace milenios, entroncándose así con una viva tradición latinoamericana que dio autores como César Vallejo, Pablo Neruda y Carlos Pellicer, entre otros. Su obra halla sus raíces en el imaginario guatemalteco, desde el Libro de Chilam Balam y el Popol Vuh hasta Leyendas de Guatemala y ciertos poemas de Asturias."""