«El ombligo en el adobe. Asedios a José Watanabe puede satistacer la curiosidad de los lectores respecto de un poeta que ha sabido cultivar su imagen hasta el punto de cansarse un poco de ella. El escepticismo y cierta sorna respecto del modo en que estaba empezando a ser percibido (el poeta zen, exótico y humilde que escribe poemas que todos entienden) es una lección que deben tener en cuenta quienes busquen en este libro la fórmula infalible de creación poética. Todo poeta, pasado un tiempo de convivencia con la poesía, está en condiciones de decir algo sobre su propio quehacer, su concepto de la poesía y el particular modo en que se vincula con ella. Pero confundir declaraciones con pontificaciones no es un riesgo que corran los poetas, sino los lectores». Eduardo Chirinos