Esta obra es mucho más que un libro de cocina. Es también una guía para convertir la alacena y la nevera en una farmacia casera. Sopas, platos fuertes y ensaladas se alternan aquí con tisanas, cataplasmas o baños medicinales. Las preparaciones se clasifican según si se usan para variar el menú diario o si sirve para combatir y prevenir enfermedades. Así podrá sorprender a sus familiares con una deliciosa hamburguesa de quinua o un risotto de atún y tomate. Pero también brindarles cuidados con un cataplasma de papa para las quemaduras o una infusión de lechuga para el insomnio. Porque esta obra de igual importancia a lo culinario y lo medicinal.
"Esta bien pero algo escaso en muchos alimentos benéficos para la salud"