La familia Del Solar Vargas tiene dos hijos: Alex, joven que llena de orgullo a sus padres y Cristián, el hermano que, debido a malformaciones físicas, fue sentenciado a vivir en una habitación ubicada en las afueras de la casa. Ellos eran mellizos, pero tenían una vida totalmente diferente. Alex vivía feliz, por sus logros escolares y por su relación sentimental con Bárbara, su polola. Cristián, en cambio, sufría la soledad de ser ignorado por sus seres más cercanos, pese a que tenía la constante compañía de su nana Margarita, y su fiel perro Lukan.