En los últimos años ha tenido lugar un resurgir y una popularización del término «fascista» para conceptualizar fenómenos políticos recientes. Sin embargo, lo que un día fue un adjetivo calificativo, hoy se emplea como epíteto para denigrar al adversario político. Dos historiadores estudian si la revitalización de los fenómenos políticos nacionalistas y xenófobos se corresponden realmente con el contexto originario.
"Un libro decepcionante. Dada la calidad y preparación de los autores, termina siendo una especie de (auto)engaño. Querer ver al fascismo en lo que no nos gusta o poner esa etiqueta a quienes no comparten nuestra opinión, es menos que elemental. En resumen: lo mejor es la primera frase del prólogo (que no es de los autores). El resto, para el olvido."