La realidad que nos rodea, el mundo de la materia y de la vida, así como el de la conciencia, son, hoy más que nunca, susceptibles de una doble lectura. Desde siempre, la intuición espontánea, la mentalidad religiosa y los escritos revelados han creído reconocer en todo ello la obra de un Creador. La investigación científica y la progresiva descodificación de las leyes de la naturaleza nos proponen, sin embargo, otra lectura; una lectura más precisa y más explícita cada día. ¿Se trata de dos lecturas excluyentes entre sí? ¿Es Dios una hipótesis inútil que nada tiene que ver en todo esto... o, por el contrario, son dos enfoques compatibles e incluso complementarios? En vísperas del tercer milenio, el viejo enfrentamiento entre la ciencia y la fe merece que le dediquemos una atención renovada. El autor, biólogo de profesión, aborda de frente un problema que cobra nueva actualidad. Su familiaridad con el pensamiento de Teilhard de Chardin, al que trató personalmente, deja que la ciencia interpele su propia fe cristiana y nos ayuda a comprender la legítima articulación que puede establecerse entre ambas.