"Aunque es evidente que un juicio se gana porque se aporta una prueba más cualificada que la del compañero —sin olvidar la suerte de que un juez así lo determine y valore—, estoy absolutamente convencido de que vencer en la batalla dialéctica ayuda a la consecución de nuestros objetivos, sobre todo en el caso de que en el juicio existan importantes dudas acerca de la valoración de la prueba y el juez tenga que dar mayor valor —incluso más que lo que suele hacer— a las alegaciones de las partes".