Esta obra muestra lo poco que se sabe de los otros. Cada parlamento ofrece un dato trágico de los personajes, que no se detienen ante nada para lograr sus objetivos. Se impone el dramatismo. La mentira, lo soslayado van aflorando como una fatalidad fríamente calculada por los protagonistas. Al final, el horror, el miedo del amor inicial, se hace presente para sacudir a quien se acerque a esta obra fuerte y sin concesiones.