Partiendo de las huellas indelebles de las teorías freudianas en la práctica psicoanalítica de nuestro tiempo, en los trabajos presentados en este nuevo libro, en el que intervenimos muchos autores, podemos reconocer que el psicoanálisis no está sólo en lo que el relato alcance a decir explícitamente al respecto. No sólo se habla del inconsciente, sino que es además oportunidad para que éste se exprese con el propio registro de quien escribe y quizás también de quien lee. Una teoría es psicoanalítica porque habla del y al inconsciente.Los historiales clínicos de Freud nos resultan apasionantes, no sólo por la mera peripecia vital de los personajes que desfilan a través de sus páginas. Si nos dedicamos a escuchar la voz del narrador, (Freud) nos preguntamos ¿por qué nos cuenta todo esto? Probablemente es porque constituye uno de los modos de contarnos su vida. En efecto, a medida que nos relata el conflicto de Catalina, de Lucy, de Rosalía y del resto de los pacientes que atraviesan su obra, asistimos también a la lectura de la gran «novela» del psicoanálisis, lo que es tanto como viajar desde la hipnosis al método catártico y desde este a la asociación libre, pero también desde el mapa del cuerpo, con su conjunto de síntomas, al territorio inmaterial del inconsciente.