Las crónicas del profesor y periodista John Acosta, desde la perspectiva de su dimensión literaria, son una pincelada de realidad y pobreza. Textos sencillos, enmarcados en la situación política y social de una región, la Guajira, y la manera como sus habitantes conciben y responden por la vida. Esta obra magistral presenta algo más que el desarrollo de unas noticias con el tono de la crónica, identidad determinada por la interpretación y valoración de lo narrado. Por ello puede considerarse un género ambiguo, en tanto que es información, pero también interpretación, género mixto entre el periodismo de opinión. Hecho que se percibe en todos sus relatos.