En la intersección de la Orinoquía y la Amazonía colombiana está el territorio del Guaviare, con la exuberante vegetación, el bosque húmedo tropical y la diversidad étnica. San José, la capital, está situada en la margen derecha del río Guaviare, una de las arterias de la región amazónica. El proceso histórico de la ocupación territorial ha condicionado afectaciones a los recursos naturales y ha propiciado la economía de los cultivos ilícitos. Como lo insinuara Alfredo Molano, en su obra Selva Adentro: Una historia oral de la colonización del Guaviare, es necesario escribir la historia de la colonización de estas geografías a partir de los relatos orales y de las biografías de sus protagonistas. Guaviare, camino y voces es una muestra de la persistencia de los colonos por fundar una economía agrícola que, finalmente, no es moderna ni primitiva, pero sí es un signo del fracaso de las políticas del Estado. Dichas políticas se desvanecen en la frontera entre la orinoquia y la amazonia, como se infiere en las narraciones de este libro.