Colección: Antologías ; 63 Poeta de la intensidad, de la tortura, del eros estéril y de la nostalgia célica, trata siempre de retratar al personaje que trabajó con tanto o más cariño que sus propios poemas. Maldito por vocación y temperamento, el autor es un poeta raro entre los nuestros, trasnochado y actual, buscador de la vida y adorador de la destrucción, atormentado, insatisfecho, atrevido, que nos muestra -como pocos- de qué manera la vida salva al arte (sin vivir es casi imposible escribir) y de quéEncuadernación: Rústica manera, asimismo, el arte construye y da razón a la vida. Ojalá el autor, en su infierno de marineros adolescentes y marihuana fresca, siga siendo, para pocos, el marginado que quiso siempre ser. O sea, el intransigente, el absoluto, el limpio, entre la natural y vital impureza. Luis Antonio de Villena.
"Quisiera que se corrigiera el título, pues este no coincide con la portada que corresponde a Rosas negras. "