Un hombre, administrador de una pensión en el campo, pierde un papel en el que apuntó algo. El recorrido para encontrarlo, de la mañana a la noche, revela un mundo y una mente que se funden, que son la misma cosa, desesperada e imposible, con tanto humor como horror. Esta novela de Robert Pinget, autor señalado como uno de los más grandes y excéntricos de Francia en el siglo xx, es una obra mayor del arte de la palabra.