En la década de 1860 surgió en París un estilo pictórico que ponía en tela de juicio el concepto de arte que había prevalecido en las academias hasta entonces, Artistas impresionantes como Monet, Renoir y Degas se centraron ahora en la impresión del momento que se plasmaba en pinturas de estados de ánimo y luz en ciertos momentos del día y estaciones, así como en instantáneas de la vida moderna.