En este libro, el joven poeta chileno Rafael Rubio (Premio Pablo Neruda) pareciera asumir la identidad poética de José Pizarro, un poeta en situación de calle que sufría, según se decía, de esquizofrenia paranoide. En el texto está “todo” Rafael Rubio, en cuerpo y sangre, quien utilizando una prosa poética única y virtuosa es capaz de abordar de manera universal la muerte, la relación con Dios, la locura, el sueño, el amor. La obra es complementada por la prodigiosa mirada del fotógrafo también chileno Hernán Azócar, quien dialoga libremente con la prosa poética de Rafael, creando una obra hecha de un mismo texto que se expresa en palabras e imágenes.
"EXCELENTE!!!"