desde el planteamiento inicial de la profunda unidad de la doble obra de josé gutiérrez-solana –pictórica y literaria– y su significación ideológica, se descubre que el artista hace a sus personajes portavoces de su concepción de la vida, y portadores de los valores y antivalores que él mismo defendía o atacaba, demostrando que solana, lejos del realismo, es en realidad un pintor simbólico.