Tomás y sus padres siempre van a la casa de las abuelas el domingo. A Tomás le encantan esas visitas, porque mientras la abuelita de abajo prepara deliciosos pasteles, la abuelita de arriba le cuenta historias y le regala pastillas de menta. Un día la abuelita de arriba ya no está más, aunque él sabe que ella lo recordará desde el cielo. Este libro enfrenta, de una forma muy delicada y afectuosa, la relación entre los niños y los ancianos.
"En la biblioteca de la escuela hay un ejemplar, mi hijo lo ha pedido muchas veces porque le encanta leerlo. Me alegra haberlo encontrado por este medio y saber que ya lo tendrá. "