La burguesía catalana existe, es fuerte y actúa. Y no solo en Cataluña; también en Madrid y en el resto de la economía española. Forma parte de los consejos de la banca y de las grandes empresas y tiene hombres de confianza en los centros de poder. Un relato que pone de manifiesto que las personas que la componen siguen siendo un sector político, cultural y económico esencial de la sociedad catalana; lejos del discurso de las últimas décadas que ha venido diagnosticando su desaparición.