La autora sitúa en el Londres de finales del siglo xix el momento crucial en el que se construye la política sexual feminista y las narraciones sobre peligro sexual. Fue algo inseparable de las representaciones de la ciudad, de la aparición de las normas modernas sobre sexo y relaciones sexuales y de los poderosos discursos de la ley, la ciencia y la medicina. La fascinación de esta obra reside tanto en lo espectacular del escenario y los argumentos de Walkowitz como en la minuciosidad de su pensamiento histórico.