Ante el agotamiento hace algunos años, de la primera edición, he visto la necesidad de actualizar el presente libro, y sacar a la luz una segunda edición. Como siempre lo recalco, escribo estas líneas para uso y estudio de los estudiantes de derecho, en especial, para aquellos que adelantan sus semestres en el área penal, y les sirva de consulta permanente en sus diferentes cátedras universitarias. No pretende este libro, ni más faltaba, ser un tratado sobre Inimputabilidad Penal, pero si una guía para enriquecer el debate sobre el tema en los diferentes esquemas del delito y su evolución, especialmente jurisprudencial. A los lectores y estudiantes universitarios, mil gracias por su apoyo al adquirir toda la primera edición. Me honra conocer, como los sencillos escritos como este, logran posicionarse como libros guías de varios docentes en diferentes instituciones de educación superior en sus facultades de Derecho. La legislación penal está desde la época del positivismo, en deuda con seres humanos que solamente han tenido la desgracia y el defecto de nacer procesados. Digo que, desde la época de la denominada escuela positivista, porque desde allí se comenzó a tratar a los inimputables penalmente responsables a título de responsabilidad legal o social, buscando una prevención especial, y por la única condición de ser seres “peligrosos” para la sociedad.