David se enfrenta al peor de los dolores: la posibilidad de perder a un hijo joven. El sufrimiento físico que padece Jacobo después de un accidente de tránsito es tan insoportable, que decide viajar a Portland para buscar la muerte asistida. Desde Nueva York la familia sigue cada minuto del viaje, sin saber si el miedo o el arrepentimiento se interpondrán en la decisión del hijo. David, el padre, aguarda en medio de la incertidumbre y vive esa espera acechado por el horror puro y violento de la inminencia de la muerte. Esta elogiada novela, que le trajo a Tomás González el total reconocimiento como un autor imprescindible, es una reconciliación con la imperfección de la vida.
"Este libro se lo regalé a mi hermanita, quedo fascinada con el libro"