Desde un Japón que busca el difícil equilibrio entre la tradición y la necesidad de entenderse con el resto del mundo, Yuso Takeshima emprende un viaje a los Estados Unidos de Colombia. ¿La razón? Ha leído María, de Jorge Isaacs, y se ha enamorado de los personajes que describe. Tan es así que propone a sus allegados que acepten la gracia que les concedió el Emprendedor de escoger nuevas tierras después del terremoto que asoló su natal Kanto, y migren al Valle del Cauca. Descendientes de los más fieros de los samuráis, parte de Londres con dos misiones: traducir María al japonés y verificar que el paraíso que vislumbró en las páginas de la novela es real.