Encerradas en un calabozo del castillo de Montjuïc, dos mujeres jóvenes padecen torturas acusadas de unos hechos que no han cometido: haber abandonado en una calle dos bombas Orsini. Ambas son obreras y durante su cautiverio rememoran una vida de lucha constante en la que, sin embargo, no han hecho mal alguno. El único delito que han cometido ha sido ayudar a escapar de la prisión a una niña, y de eso